Línea Editorial COPE: Los Magos y la espera
Los Magos eran «sabios»; representaban el dinamismo inherente a las religiones de ir más allá de sí mismas; un dinamismo que es búsqueda de la verdad
Madrid - Publicado el
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Los Magos de Oriente seguramente eran astrónomos, y vieron en la estrella un mensaje de esperanza. Se pusieron en camino porque eran hombres inquietos. Inquietos como Unamuno cuando decía “tengo sed de eternidad, y sin ella todo me es igual. Sin ella, ni hay alegría de vivir, ni la alegría de vivir quiere decir nada”.
Los Magos eran «sabios»; representaban el dinamismo inherente a las religiones de ir más allá de sí mismas; un dinamismo que es búsqueda de la verdad. Los Magos eran sabios que esperaban. Sabemos que la espera es una dimensión que atraviesa toda nuestra existencia personal, familiar y social. La espera está presente en mil situaciones, desde las más pequeñas y banales hasta las más importantes, que nos implican totalmente y en lo profundo.
Como decía Benedicto XVI, se puede afirmar que el hombre está vivo mientras espera, mientras en su corazón está viva la esperanza. Y al hombre se lo reconoce por sus esperas: nuestra “estatura” moral y espiritual se puede medir por lo que esperamos.
Los Magos de Oriente son personas de una gran actualidad en este comienzo de 2024 en el que, como en el siglo I, el mundo es cada vez más conflictivo. Durante su espera, el viejo mundo romano había visto ambiciones opuestas que se habían hecho la guerra. Pero la respuesta no estuvo en un nuevo poder sino en el niño que adoran los magos en Belén.