Línea Editorial COPE: Modernidad y paz

Ya puedes leer y escuchar la línea editorial COPE de este sábado 28 de octubre de 2023

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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Las imágenes de violencia en Tierra Santa, ahora, y las de Ucrania desde hace ya casi dos años, nos tienen conmocionados. Tenemos una imagen un poco ingenua de la época en la que vivimos. El advenimiento de la época contemporánea y la proclamación de los derechos humanos no supusieron el fin de la violencia en la historia. La proclamación de los derechos y la existencia de una regulación internacional sobre la guerra no es suficiente. Tras la II Guerra Mundial, se aprobaron los convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales destinados a limitar la barbarie de la guerra. Han sido en muchas ocasiones papel mojado. El derecho internacional sin fuerza coercitiva y la debilidad de organizaciones como la ONU impiden evitar muchos conflictos. La lucha por la paz permanece en el terreno ético. Y, como estamos viendo, ni en los casos en los que la ética exigiría unas mínimas iniciativas humanitarias estas se llevan a cabo.

La violencia no se ha mitigado en los últimos 150 años. La I Guerra mundial causó unos 10 millones de muertos entre los soldados y 10 millones de muertos entre la población civil. Algunos investigadores cifran el número de muertos en la Segunda Guerra Mundial en 100 millones, entre civiles y militares. Después vinieron los genocidios de Stalin y de Mao. La violencia colonial introdujo prácticas contra la población civil, contra los niños, las mujeres y la gente que no combate que hasta el siglo XX eran poco frecuentes.

En este comienzo del siglo XXI el nacionalismo, el nihilismo terrorista y el desarrollo de la tecnología nuclear provocan una violencia en muchos casos inédita.