Línea editorial COPE: Por una prohibición internacional de la maternidad subrogada

Una prohibición internacional de la maternidad subrogada. Esta ha sido la propuesta más llamativa lanzada ayer por el Papa en su encuentro de año nuevo con el personal diplomático. En su misión de contribuir a la paz, dijo, la Santa Sede está llamada a “ser una voz profética y una llamada a la conciencia”. Desde ese rol exhortó a erradicar una práctica basada “en la explotación de la situación de necesidad material de la madre” que convierte al niño en “el objeto de un contrato”. Otra nota del discurso fue la defensa del multilateralismo. Francisco comenzó recordando a Pío XII, quien en 1944 aplaudió los esfuerzos que culminarían meses después en la fundación de la ONU como reacción a los horrores de la II Guerra. 75 años después, las estructuras multilaterales se han debilitado peligrosamente. A juicio del Papa, el mundo necesita recuperarlas para abordar fenómenos globales como las migraciones, la crisis climática o la regulación de la inteligencia artificial. O para encauzar conflictos como los de Tierra Santa, Ucrania o Sudán, sin olvidar vulneraciones de derechos humanos como las que se están produciendo en Nicaragua o Myanmar. Pero, además de defender esas estructuras multilaterales, y en clara alusión a Occidente, el Papa cree imprescindible recuperar una lectura desideologizada de los derechos humanos a partir de sólidos consensos internacionales, frente a interpretaciones espurias que “provocan heridas y divisiones entre los Estados, en lugar de favorecer la construcción de la paz”. Interpretaciones como las que avalan la compraventa de bebés y otras prácticas que niegan de raíz el respeto a la vida.