Línea Editorial: "Europa, ante el nuevo renacimiento árabe"

Primero fue el fichaje de estrellas de fútbol. Ahora, la entrada de un fondo soberano saudí en Telefónica, para convertirse en su primer inversor. La nueva pujanza de Oriente Medio ha dejado de ser un tema lejano para la opinión pública española. El príncipe Bin Salman, hombre fuerte de Arabia Saudí, habla de un “renacimiento árabe”. Muchos expertos comparten este diagnóstico optimista. La mejora de las relaciones saudíes con Israel e Irán o la distensión entre Qatar y sus vecinos simbolizan un tiempo en el que el pragmatismo, cierta apertura social y el crecimiento económico se abren paso, mientras disminuyen los conflictos y pierde adeptos el islamismo político. Todo ello mientras el mundo árabe busca el equilibrio entre Occidente y China, y EE.UU se retira paulatinamente de la región. La nueva situación plantea un reto enorme para Europa, gran interesada en que el experimento funcione, pero sin poder por ello ignorar violaciones de derechos como las que siguen produciéndose en el Golfo. Apoyar la integración regional puede ser una forma eficaz de impulsar la cooperación entre Europa y el mundo árabe, y favorecer políticamente las líneas más pragmáticas y moderadas. Sin embargo, Oriente Medio es más que sus ricas monarquías petroleras. El deterioro en Líbano y Egipto o las bolsas de inmigrantes pobres en las principales ciudades del Golfo son un recordatorio de que la estabilidad no está garantizada.