Llamar a ETA por su nombre
Ya puedes escuchar la Línea Editorial de esta tarde del 16 de abril
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Durante muchos años se ha jugado con el lenguaje en el País Vasco para no llamar a las cosas por su nombre. Ese relato ha ido calando como lluvia fina y ha ido también dando sus frutos. Hoy, el candidato de EH Bildu a lehendakari en las elecciones del próximo domingo, que encabeza las encuestas preelectorales, se ha negado a reconocer que ETA fue una banda terrorista y la ha calificado, arteramente, de “grupo armado”. La música de ese lenguaje nos suena demasiado. Pello Otxandiano ha hablado también de “todas las violencias”, de que también existe la violencia de Estado, de aproximarnos a la memoria desde la pluralidad, de tener presentes a todas las víctimas y de que, en definitiva, esa no es la cuestión fundamental, porque lo que quiere el País Vasco, según él, es pasar página. En esa tesitura, tan falazmente planteada, el candidato de Bildu se atreve a sacar pecho y a hablar de conflictos políticos en los que se ha avanzado mucho.
Desgraciadamente no es verdad, y no lo será hasta que se llame a las cosas por su nombre. Si Otxandiano es incapaz de definir hoy qué es el terrorismo es porque la ideología le ciega. ETA es terrorismo y EH Bildu, con Otxandiano a la cabeza, es el heredero político de ETA, todavía ensalzada y blanqueada por muchos que carecen de lo que presumen cuando hablan de memoria histórica, o por otros que, sabiendo perfectamente quiénes son y cuál es su proyecto político, están dispuestos a ir con ellos de la mano si eso es necesario para seguir al frente del Gobierno de España.