22 DE MAYO
No miremos para otro lado
Expresiones de acatamiento “por la república”, “por los presos políticos” demuestran una voluntad clara de romper nuestro marco constitucional
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con el silencio y la omisión de sus responsabilidades por parte de la nueva presidenta del Congreso, Meritxell Batet, la sesión inaugural de la legislatura se convirtió en un despropósito, síntoma de la confusión que reina en este momento. Batet no estuvo a la altura institucional que requiere ese puesto al permitir actitudes e intervenciones que son una anomalía constitucional y sientan un peligroso precedente. La presidenta parecía más preocupada por no desairar a los independentistas y radicales que por mantener la obligada dignidad de tan alta institución del Estado.
Si es discutible el hecho de que los diputados electos que están siendo juzgados por rebelión se presentaran en el hemiciclo, mucho más lo son las fórmulas de acatamiento a la Constitución que se oyeron en la sesión parlamentaria. Unas fórmulas que no solo suponen falta de respeto a la soberanía popular, y por tanto a los españoles, sino que rozan el desacato.
El Tribunal Constitucional ya había dejado claro que las fórmulas de acatamiento de la Constitución no pueden “acompañarse de cláusulas o expresiones que de una forma u otra varíen, limiten o condicionen su sentido propio, sea cual fuere la justificación invocada”. Expresiones de acatamiento “por la república”, “por los presos políticos” o “por el planeta” demuestran una voluntad clara de romper nuestro marco constitucional. Y ante eso no se puede mirar para otro lado