Línea Editorial 13/12/2016

En la muerte del Prelado del Opus Dei

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Monseñor Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, ha fallecido en Roma a los 84 años de edad. Vinculado a san Josemaría Escrivá de Balaguer desde 1948, fue su estrecho colaborador y secretario personal hasta su muerte, en 1975. En 1995, tras el fallecimiento del beato Álvaro del Portillo le sucedió al frente de la Prelatura. Ha pilotado la nave del Opus Dei durante más de veinte años, en un tiempo apasionante, marcado por el cambio de siglo y tres pontificados distintos. Sus últimas palabras dedicadas a la fidelidad a la vocación cristiana, especialmente dirigidas a los miembros del Opus Dei, son muy elocuentes. En la estela de dos grandes personalidades como han sido san Josemaría y el beato Álvaro del Portillo, Monseñor Echevarría no ha cejado en la tarea de fomentar la llamada universal a la santidad. Deja un importante legado, también con retos que afrontar en el futuro inmediato, desde el relevo generacional a un nuevo impulso de las vocaciones que, dentro de cada itinerario particular, sigan sirviendo a la Iglesia como el Opus Dei ha venido haciendo desde su fundación en 1928. Esa misión apostólica con la centralidad de Cristo bien presente, el acento en la vida ordinaria, en la oración, en la caridad y en la unidad de vida, refleja un carisma original del que no se puede prescindir para entender la historia de la Iglesia en el siglo XX, y especialmente su historia en España. Descanse en paz Monseñor Echevarría, y que el Señor siga acompañando a la familia del Opus Dei en el siguiente tramo del camino para bien de toda la Iglesia.