Línea Editorial 22/02/2022
Occidente no puede consentir el chantaje
Putin actúa de forma previsible, con un patrón que se parece mucho al utilizado en Georgia y en Crimea
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Putin actúa de forma previsible, con un patrón que se parece mucho al utilizado en Georgia y en Crimea. Los últimos pasos dados en el Donbass, en las llamadas “repúblicas populares” de Lugansk y de Donetsk, son los habituales: después de reconocer la independencia se produce una entrada de tropas que se justifica por la necesidad de proteger a los hijos de la Gran Rusia que viven fuera de sus actuales fronteras.
Putin quiere garantizar una amplia zona de seguridad ocupando parte o la totalidad de Ucrania, porque no hay gran río o cadena de montañas que sirva de trinchera a Moscú. A pesar de estar al frente de un país económicamente débil, quiere seguir ganando peso en el mundo. Ucrania es el nuevo objetivo después de extender su influencia en el Cáucaso, Oriente Próximo, Libia y el Centro de África. Putin sabe que la transición del modelo energético y el arrinconamiento de las energías fósiles hará cada vez menos importante el petróleo de su país, y sabe que la polarización en Estados Unidos complica la reacción de Biden.
El tablero mundial puede cambiar mucho y el sistema de seguridad de Europa ya está en entredicho. Rusia y China monitorizan la debilidad de nuestras democracias, por eso el mensaje tiene que ser claro y tajante: Occidente no puede consentir el chantaje sobre la soberanía ucraniana