Línea Editorial 25/10/2022

La persona es un don

La tramitación del proyecto para facilitar la autodeterminación de género ha vuelto a encender el debate entre las diferentes familias del feminismo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La tramitación del proyecto para facilitar la “autodeterminación de género” (habría que hablar de autodeterminación de sexo) ha vuelto a encender el debate entre las diferentes familias del feminismo. Se trata de un debate sobre la identidad personal. Las feministas que impulsan la nueva normativa, defensoras de un cambio de sexo que no necesita ni de operaciones ni de informes médicos, encarnan el rechazo de lo que nos es dado, nuestro propio cuerpo. Representan la radicalización de ese nihilismo fatuo que nos rodea.

Las feministas que se oponen a la ley, las feministas clásicas o ilustradas, denuncian que es muy peligroso permitir a los menores el cambio de sexo sin necesidad del consentimiento paterno. Señalan la inseguridad jurídica que comporta la modificación de la identidad personal con una mera declaración. Critican la fuerza de ciertos lobbies. Y subrayan que el sexo es un “dato objetivo”, un factor que determina toda la personalidad, un hecho biológico.

Desde un punto de vista antropológico es interesante ir hasta el fondo de lo que significa afirmar el valor de la identidad sexual a partir de un dato de hecho. Los datos biológicos y psicológicos no están aislados. Toda la persona es un dato, toda la persona es un don. Esto es lo que ignoran los jóvenes que, en medio de su desconcierto, creen que el vacío que siente dentro de ellos se soluciona con el cambio de sexo.

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