Línea Editorial 17/02/2022
Poner punto final a una lucha suicida
Desde el rotundo triunfo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, un misterio desconcertante envuelve las relaciones entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y la dirección del PP
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Desde el rotundo triunfo de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, el pasado mes de mayo, un misterio desconcertante envuelve las relaciones entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y la dirección nacional del Partido Popular. Sin entrar en las razones de unos y otros, el hecho es que el PP se ha enzarzado en una absurda guerra de insinuaciones maliciosas, con el aparente objetivo de un desgaste recíproco, que resulta irresponsable y suicida. En apariencia, solo se trata de la pugna por el poder dentro del propio PP, que tiene como centro la convocatoria del Congreso regional del partido que Ayuso quiere adelantar y la dirección de Génova quiere retrasar. Pero el resultado puede ser demoledor para el prestigio del centro-derecha, llamado a construir y vertebrar la única alternativa constitucional al sanchismo.
La última novedad es la denuncia de un intento de espionaje de las actividades del hermano de la señora Ayuso, supuestamente ordenado desde la sede del partido, y realizado desde una empresa del Ayuntamiento de Madrid que lo ha desmentido contundentemente, con el compromiso del alcalde Martínez Almeida de investigar este asunto hasta el fondo.
El problema es que ya no basta con eso. Es urgente deshacer la enmarañada madeja de intrigas y acusaciones que siembra el desconcierto entre los votantes y concluir esta pugna estéril, mientras Sánchez se frota las manos ante el espectáculo gratuito de desgaste de la única alternativa posible al gobierno más nocivo de nuestra historia reciente.