31 DE DICIEMBRE

Un programa contra la libertad

El cambio de la clase de religión para quitarle relevancia pone de manifiesto un ideario anticlerical propio de otros siglos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La presentación que ayer hicieron Sánchez e Iglesias de su pacto de Gobierno, otra vez sin preguntas, refleja hasta qué punto Podemos va a ser determinante en las políticas del nuevo Ejecutivo. A pesar de que el partido morado aporta pocos diputados, es la formación de Iglesias la que condiciona cuestiones decisivas, alejando a los socialistas del centro izquierda de forma brusca.  

Las medidas económicas anunciadas son muy significativas. En contra de lo que hizo el propio PSOE tras la moción, se anuncia la intervención en el mercado del alquiler, la subida de las pensiones conforme al IPC o la derogación de la tímida reforma laboral del PP. La propia ministra Calviño había reconocido que esa reforma había sido útil para la creación de puestos de trabajo. Ahora que la economía se desacelera, hacer más rígido el mercado laboral es contraproducente. La subida de impuestos también tendría consecuencias negativas. El alza del tipo del IRPF, que con el tramo autonómico puede llegar al 50 por ciento, alcanza el nivel en que se alienta el fraude. 

Pero quizás donde es más negativo el programa de Podemos y del PSOE es en el campo educativo. Las medidas anunciadas ponen bajo sospecha a la enseñanza de iniciativa social, negándole de facto su carácter de servicio público. La pretensión de incluir en una próxima reforma ciertos contenidos afectivos-sexuales revela la pretensión de imponer una concepción de la persona. Y el cambio de la clase de religión para quitarle relevancia pone de manifiesto un ideario anticlerical propio de otros siglos.