¿A quién favorece la crisis de ERC?

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Oriol Junqueras no ha conseguido para ERC lo que sí ha cosechado el prófugo Puigdemont. El resultado del 12 de mayo ha sacrificado a Pere Aragonés y a su Gobierno y ha permitido que las grietas del partido republicano se hayan hecho más profundas. Desde el pasado lunes no han hecho más que evidenciarse las tensiones internas. Aragonés, Rovira y Junqueras, a los que se ha sumado Tardá, han puesto de manifiesto que las diferencias eran inconciliables. El primero, hoy presidente en funciones, se va. Rovira insta a un recambio generacional. Tardá pide facilitar el camino al PSC. Y Junqueras se va, pero para regresar. Lo ha dicho en una comparecencia ante la prensa.

ERC concurrirá a las elecciones europeas sin un liderazgo evidente, después llegará el tiempo de reflexión y en noviembre habrá Congreso. Y si la militancia le aclama, Junqueras regresará. Los líderes del Procés se van sin hacer autocrítica ni dolerse, en lo más mínimo, del desaguisado que han contribuido a causar en la convivencia política catalana. La implosión de ERC abre la puerta a un mayor trasvase de votos hacia Junts, facilita, de facto, la unidad del independentismo, y refuerza la posición de Puigdemont frente al Gobierno de España.

Sánchez salvará los muebles en la Generalitat, pero las cosas pueden complicarse, y mucho, en Madrid. De momento habrá que esperar al 9 de junio. Después, se verá si el verano, como el pasado otoño, será o no, tiempo de reuniones, todas fuera de España, para renegociar la legislatura y todo lo que Sánchez considere necesario para su continuidad.