LÍNEA EDITORIAL

Retorcer la realidad

El presidente Sánchez cree que los medios de comunicación le permitirán convencer a la ciudadanía de las bondades del proyecto político que le ha permitido permanecer en La Moncloa

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El presidente Sánchez cree que los medios de comunicación le permitirán convencer a la ciudadanía de las bondades del proyecto político que le ha permitido permanecer en La Moncloa. Consciente, como señalan las encuestas, de que el 60% de la población española no comulga con sus propósitos, está enfocado en convencer a los menos proclives. La entrevista que ha concedido hoy a una televisión privada no pretende otra cosa que neutralizar las resistencias. Sánchez, experto en jugar con las palabras y su significado, ha encontrado un nuevo filón.

Ya no es que haya cambiado de opinión, sino que la amnistía que era inconstitucional era la de Junts i Esquerra. Ahora, lo negro se ha vuelto blanco porque la propuesta del PSOE sí es constitucional. De la misma manera, dice el presidente, lo de sentarse a negociar con Junts no difiere de lo que el Gobierno Aznar hizo con ETA. Como si dialogar fuese lo mismo que negociar. El colmo de la manipulación es pretender equiparar la Amnistía del 77 con esta. Lo que pasó durante la transición a la democracia fue que se aprobó una ley de punto final de la que ninguna fuerza política sacó rédito, porque todos salieron ganando. España salía de una dictadura que se había sostenido sobre la exclusión de los vencidos. En la cárcel había personas privadas de libertad por sus ideas. Los partidos políticos se fueron legalizando progresivamente para reconocer el legítimo pluralismo de las ideas. Puigdemont, sin embargo, era eurodiputado antes de negociar la amnistía. Junts ya estaba en las instituciones y nunca ha dejado de ser una fuerza política legal. Sánchez cree que puede torcer el juicio de la verdad. La cuestión es si la ciudadanía se lo va a permitir.