Línea Editorial 27/4/2024
Sánchez no es una víctima
Durante las últimas horas se suceden las muestras de apoyo a Sánchez a la espera de que anuncie si dimite o no
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Durante las últimas horas se suceden las muestras de apoyo a Sánchez a la espera de que anuncie si dimite o no. Sus ministros, los líderes, las bases del PSOE, y sus socios parlamentarios, están en su perfecto derecho de apoyar a su líder y de intentar convencerlo, si es que realmente se ha planteado dimitir, de que se quede. Pero basar ese apoyo en la idea de que el presidente del Gobierno es la víctima inocente de la polarización de la oposición, los medios de comunicación y los jueces, es una auténtica impostura.
La política española, desgraciadamente, vive una creciente polarización. El discurso de muchos líderes políticos está plagado de expresiones bélicas: el adversario se ha convertido en enemigo. La complejidad de los problemas sociales, económicos y políticos se ha simplificado de modo que ya solo cuentan la descalificación o la lealtad acrítica. Se recurre a una emotividad que no está acompañada de razones. En realidad, la polarización en torno a cuestiones concretas es mucho menor de lo que parece en la sociedad. El país funciona gracias al sentido común de los ciudadanos que, de forma espontánea, construye espacios de convivencia, de razonamiento y de experimentación, y también porque las instituciones, con todos sus límites, siguen cumpliendo su función.
Sánchez, que se presenta ahora como víctima, tiene una gran responsabilidad en el clima actual de polarización, que ha convertido en un eje de su acción política como evidenció su propio discurso de investidura.