7 DE MARZO

Una oportunidad para Egipto

La sociedad egipcia puede descubrir que el pluralismo religioso no tiene por qué ser un obstáculo para la unidad del país

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Egipto sabe que el pluralismo religioso es una realidad y un hecho histórico. El país está compuesto por una mayoría musulmana y una consistente minoría cristiana, los coptos, que han padecido en sus carnes la exclusión y la persecución. El fundamentalismo islamista ha querido volver a arrancarlos de la vida pública entre 2011 y 2013, y el terrorismo los ha perseguido y asesinado. Hoy los coptos están de enhorabuena. La minoría cristiana, nueve millones de egipcios, han recibido del gobierno de Al Sisi la noticia de que podrán erigir nuevas iglesias. Se trata de una concesión del poder político y no de un derecho reconocido, pero es un avance hacia la normalización.

La medida permitirá que los cristianos coptos puedan vivir su Fe en unas 786 Iglesias que serán  legales o legalizadas. Ser egipcio no es ser musulmán, aunque el islamismo lo intente imponer por la violencia. De hecho los cristianos coptos, pese a la persecución real sufrida, son ciudadanos activos y presentes en la vida pública.

La decisión de Al Sisi tendrá enormes repercusiones para una sociedad que tiene la oportunidad real de descubrir que el pluralismo religioso no tiene por qué ser un obstáculo para la unidad del país. Para los cristianos será también un desafío mostrar que su compromiso cívico, alimentado por su fe, sirve al bien de todos los egipcios. 

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