Apelación del Papa a la cordura ante un convulso panorama internacional

"En su tradicional discurso de Año Nuevo al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Pontífice sorprendió ayer con un exhaustivo repaso de la difícil situación mundial"

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Que se conmuten las penas de muerte. Que los países ricos condonen las deudas a los más pobres; de sobra saben que no podrán pagarlas. Que los migrantes sean acogidos dignamente. Que el dinero de las armas se utilice para acabar con el hambre. Que la humanidad tome conciencia del “deber” de actuar frente al deterioro de la casa común… Estos son los retos del Papa Francisco para 2025. No son solo simples buenos deseos, sino apelaciones a la cordura. En su tradicional discurso de Año Nuevo al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el Pontífice sorprendió ayer con un exhaustivo repaso de la difícil situación mundial, reconociendo la gravedad de los desafíos desde una mirada, sin embargo, llena de esperanza, en contraposición al clima derrotista que a menudo hoy se abre paso. Los focos de atención fueron múltiples, de Ucrania a Sudán, pasando por Gaza y Haití, las persecuciones contra los cristianos o los rebrotes de antisemitismo. Al Papa le preocupa también la polarización social, agravada por el mal uso de las tecnologías de la información y la IA. Una polarización que amenaza con reproducirse a escala planetaria. Francisco cree, sin embargo, que es posible rectificar. La vía es recuperar el diálogo, sin exclusiones ni cancelaciones. Esto incluye recuperar o incluso reinventar el multilateralismo, amenazado por los nacionalismos exacerbados, pero también por quienes lo instrumentalizan para promover causas ideológicas incompatibles con el único fundamento sobre el que es posible edificar la convivencia: “el respeto a la vida, a la dignidad y a los derechos de cada persona”.

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