La bendición que se esconde dentro de la fragilidad

El Papa no ha podido rezar este domingo el tradicional Ángelus con los fieles, pero ha querido hacerlo de otro modo y hacernos llegar, desde el hospital, las palabras que habitualmente pronuncia tras el rezo. El Papa ha agradecido, en primer lugar, a los médicos y trabajadores sanitarios del Gemelli que le están cuidando. Francisco ha dicho que siente en el corazón la bendición que se esconde dentro de la fragilidad y que da gracias a Dios porque esta situación le da la oportunidad de compartir en el cuerpo y en el espíritu la condición de tantos enfermos y personas que sufran. Son motivo también de agradecimiento la gran cantidad de oraciones por el Papa, que tantos fieles están realizando desde tantas partes del mundo. 

En estas circunstancias tan delicadas, el Papa está siendo sostenido y llevado por todo el Pueblo de Dios y está siendo, al mismo tiempo, una ocasión para ver cómo mucha gente de buena voluntad se une a las plegarias y a los buenos deseos. La enfermedad es una constatación de nuestros límites humanos y, con la dureza que a veces trae consigo, nos pone a prueba para hacer vida y ser coherentes con la fe que profesamos. Es un momento para ser testigos, como lo está siendo el Papa. La esperanza es el ancla del alma. Y en ella esperamos, porque como, también en estos días, nos ha dicho el Papa con palabras de santa Teresa, en su Mensaje para la Cuaresma que está ya a la vuelta de la esquina, hemos de velar con cuidado en todo momento y así poner nuestra esperanza en aquél que nunca defrauda.