Convertir Madrid en una ratonera

El Gobierno municipal de Manuela Carmena ha aprobado hoy Madrid Central, su polémico proyecto para cerrar al tráfico el centro de la capital que, si nada lo remedia, va a convertir el centro de Madrid en una ratonera. La medida, que llega envuelta en una enorme polémica, impedirá desde el próximo 30 de noviembre acceder al centro de Madrid en coche, salvo en algunas contadas excepciones.

La Comunidad de Madrid ya ha anunciado que está dispuesta a llevar el asunto a los tribunales. El Gobierno municipal hace caso omiso de la fuerte oposición que ha desatado y presenta la iniciativa envuelta en el lenguaje grandilocuente que maneja, hablando de día histórico que quedará como referente en la lucha contra la contaminación y la preservación de la salud de la ciudadanía. Detrás de esas palabras se esconde, en realidad, una iniciativa de profundo calado ideológico. El proceso para su puesta en marcha ha provocado las protestas de diversas asociaciones directamente afectadas, como las de los padres que tienen que llevar y recoger a sus hijos del colegio. Cuidar nuestro entorno y procurar unas ciudades sostenibles es uno de los principales retos políticos de los años venideros. Precisamente por eso es tan irresponsable gestionarlo de esta manera, con tantos bandazos, tan poco consenso entre las distintas fuerzas políticas, y con tanta oposición en quienes lo van a sufrir directamente, que son los ciudadanos.