"Un cubano, un voto"

Eduardo Cardet, actual líder del Movimiento Cristiano Liberación está en la cárcel en Cuba. La mayor parte de los líderes de este movimiento fueron apresados en 2003 y destinados al exilio. Tras el fallecimiento en extrañas circunstancias de su fundador, Oswaldo Payá, cabe preguntarse qué queda de ese Movimiento, del Proyecto Varela y de la lucha de tantos cubanos que desde dentro de la isla llevan treinta años bregando por las libertades. Queda el legado de Oswaldo, que es el MCL, y la idea de un cambio protagonizado por el único y legítimo titular del poder político: el pueblo cubano.

El MCL no está muerto. Lo ha contado en Madrid, en la sede de Alfa y Omega, una de sus dirigentes en la isla, Rosa Rodríguez. Una mujer valiente a la que el régimen ha maltratado y perseguido usando a su hijo discapacitado como moneda de cambio. Los miembros del MCL se niegan a un cambio-fraude, reivindican derechos y libertades políticas, no admiten cambalaches institucionales impuestos desde el extranjero y reclaman elecciones libres en las que todos los cubanos puedan votar.

Frente a la influencia de poderes económicos extranjeros, grupos de presión con intereses espurios y un grupo de nostálgicos castristas, el MCL promueve y difunde su campaña “un cubano, un voto”, con medios escasos y pocos apoyos institucionales. Se trata de gentes honestas, resistentes e insobornables. Escucharles ayuda a saber, de verdad, qué es lo que hoy está pasando realmente en Cuba.