Debate migratorio en el Parlamento

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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La sesión en el Congreso sobre política migratoria ha puesto en evidencia la incapacidad de llegar a un pacto de Estado sobre una de las cuestiones que más interpelan al sentido de la política y a la conciencia humana. Si ya de por sí la política migratoria de cualquier gobierno europeo es compleja, entre otras razones por las restrictivas exigencias del Pacto de Migración y Asilo europeo, la cuestión se complica más si lo que prima no es la voluntad de acuerdo ante la emergencia humanitaria de quienes llegan a nuestro país, sino la utilización electoralista.

Pedro Sánchez parecía más interesado en que cunda el mensaje de que PP y VOX son dos partidos xenófobos, que en tender puentes con la oposición en una materia que interpela a la conciencia de una sociedad que además necesita a los que buscan un futuro mejor para su supervivencia. Mientras el presidente del Gobierno se protegía de sus contradicciones con el anuncio de una serie de medidas, sigue pendiente cómo afrontar la situación límite en Canarias. Propuestas como una reforma del Reglamento de Extranjería para agilizar los procesos de los migrantes que ya residen en España, la puesta en marcha de un plan nacional de integración y convivencia intercultural o un nuevo programa de migración laboral para facilitar las contrataciones en origen, son necesarias, pero no suficientes. Sobre todo, si no se aclaran cuáles son las bases del anunciado plan nacional de integración y de convivencia intercultural. Quizá la cuestión migratoria sea la expresión más evidente de la necesidad de otra forma de entender y hacer política.