La deriva de Venezuela

Venezuela atraviesa un momento de especial tensión política dentro de una secuencia nefasta de atropellos irresponsables de la dignidad de las personas por parte del gobierno de Maduro, que esta convirtiendo a ese país en una sociedad humillada y masacrada. La séptima prórroga del estado de excepción política y económica, decretado por el gobierno bolivariano, no es más que un subterfugio para tomar las medidas arbitrarias que le permitan mantener las riendas del control político ante la explosión social en defensa de las libertades. En estos días pasados, de forma trágica, se han seguido añadiendo nombres a la lista de los asesinados por defender la libertad: cuatro víctimas de la barbarie política de un gobierno, preso de su dinámica de mantenerse en el poder a toda costa.A esta opresión política se suma la incontinencia verbal del Presidente venezolano, Nicolás Maduro, que en un discurso grotesco ha pedido al Rey Felipe VI que “ponga orden en el racismo y en el fascismo que está surgiendo de la derecha española”. Son demasiadas ya las ocasiones en las que Maduro se ha referido a España y al gobierno español de forma insultante, para desviar la atención del foco principal del caso: la larga mano de una dictadura que tiene oprimido a su pueblo y que se apresta a desmontar los últimos vestigios de democracia en aquel país.