J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Dura sesión en el Congreso

La corrupción ha sido el tema estrella en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Una sesión en la que se ha palpado la tensión que vive la política española en las últimas semanas a raíz del “caso Lezo” y de las consecuencias en lo que atañe al papel de órganos jurisdicionales de relevancia, como es la Fiscalía. Declaraciones del portavoz socialista insistiendo en que el gobierno “está acorralado”, o del líder de Podemos, Pablo Iglesias, señalando que el PP está “parasitando las instituciones”, indican el nivel de agresividad con el que la oposición se ha lanzado hacia la yugular de un Ejecutivo que mantiene la cabeza fría y que debe hacer todo lo posible para que el sistema de lucha contra la corrupción funcione sin interferencias. Tanto el PSOE como Podemos han dado un paso más al acusar al gobierno de Rajoy de ser cómplice de la corrupción y de actuar a través del fiscal para impedir el proceso normal. La filtración, desde la fiscalía, de comentarios ambiguos sobre el comportamiento del Secretario de Estado de Seguridad, contribuye a alimentar un clima irrespirable. Demasiados frentes abiertos y demasidas versiones confusas. La contundente respuesta de Mariano Rajoy ayuda a despejar momentáneamente el clima tóxico que muchos se empeñan en mantener. Pero el Gobierno debe intensificar la transparencia y las explicaciones, así como el esfuerzo de regeneración de las instituciones públicas.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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