LÍNEA EDITORIAL

Escucha, acogida y reparación

Tras la visita del Papa a Chile, los acontecimientos relacionados con los abusos perpetrados por el sacerdote Fernando Karadima se han precipitado

00:00

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Tras la visita del Papa a Chile, los acontecimientos relacionados con los abusos perpetrados por el sacerdote Fernando Karadima se han precipitado. El Papa ha cerrado una parte del proceso y ahora se abre un segundo momento de extrema importancia para la Iglesia en Chile, pero también para la Iglesia universal.

Francisco encargó una investigación completa, reconoció sus errores de valoración y pidió perdón a las víctimas cara a cara. Después convocó a los obispos chilenos a Roma. Chile es para el Papa Francisco lo que Irlanda fue hace ocho años para el Papa Benedicto XVI. Los abusos sexuales, de poder y de conciencia no deben tener espacio en la Iglesia, pero tampoco el encubrimiento, que hunde sus raíces en el clericalismo y el dominio de una mentalidad elitista. Los abusos quiebran la comunión y la Iglesia debe recomponerla.

Así de tajante ha sido el Papa. Así de duro, pero también sanador, será el camino que le toca recorrer a la Iglesia en Chile. Los obispos chilenos han mostrado su disposición a colaborar en las medidas que decida poner en marcha poniendo sus cargos en las manos del Papa Francisco. También han pedido perdón a las víctimas y han reconocido su perseverancia y valentía. Se inicia así el camino para restablecer la justicia y la comunión eclesial.

Programas

Último boletín

13:00H | 22 SEP 2024 | BOLETÍN