Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
La situación política en Cataluña es excepcional y las elecciones del 21 de diciembre no serán como las diferentes convocatorias electorales vividas hasta hoy. Es en este contexto en el que hay que entender el acuerdo político hecho público ayer entre el PSC y Units per Avançar. No se trata de una decisión improvisada, sino adoptada en razón de un objetivo prioritario: unirse para recuperar la cohesión social. El último candidato de Unió a las elecciones autonómicas de 2015, Ramón Espadaler, así lo ha explicado en Herrera en COPE.
Las diferencias ideológicas, tan marcadas en España, hacen que la noticia no solo haya sorprendido, sino también escandalizado a muchos. La decisión no gusta a todo el PSC y disgusta a sectores de centro catalanista. Y sin embargo, no es verdad que la socialdemocracia y las corrientes democristianas y socialcristianas no puedan entenderse. Los orígenes de la Europa que conocemos se asientan en ese acuerdo. La cuestión de fondo es qué alianzas suscribirá esta fuerza política después de las elecciones, para favorecer la estabilidad constitucional en Cataluña.
En cuanto a los catalanistas de tradición democristiana, es importante que sean protagonistas de este complejo momento, que sumen, cooperen y contribuyan, pero no a cualquier precio. No sería bueno que acabasen diluidos y reducidos al papel de escuderos, no solo del PSC, sino de los responsables de la desgraciada situación en la que hoy nos encontramos.