Hugh Thomas, vida de un humanista

En un tiempo en el que abundan revisiones históricas trufadas de ideología, la muerte de un historiador de la talla de Hugh Thomas es una ocasión privilegiada para reconocer la aportación de toda una generación de humanistas que han sabido amar lo genuinamente hispano y divulgarlo, para que muchas personas pudiéramos conocerlo e interpretarlo mejor. Esa admiración por nuestra civilización y por todo lo que España ha aportado al mundo, son dignas de especial reconocimiento si tenemos en cuenta que han venido desde la distancia equilibrada de un británico, catedrático de historia, implicado en diversas formaciones políticas a lo largo de su vida, que desde una raíz humanista y profundamente europeísta, ha sabido denunciar siempre los riesgos de los nacionalismos extremos. Apasionado defensor de España y crítico sagaz de las leyendas negras, Thomas, que contaba, entre otros muchos reconocimientos, con la Orden de Isabel la Católica, repetía a menudo que lo mejor de los españoles era nuestra generosidad; que desde que pisó nuestro país por primera vez le fascinó esa mezcla curiosa de seriedad e informalidad que tenemos, y que desgraciadamente a veces no nos queremos ni nos reconocemos lo suficiente a nosotros mismos. Con numerosas publicaciones de referencia, Thomas queda como uno de los grandes historiadores de la Guerra Civil española. Hasta el final hemos tenido sus palabras sensatas en las espléndidas Terceras de ABC que publicaba. Su legado debería ser de obligada consulta para tantos que ahora agitan con frivolidad la memoria histórica.