Línea editorial 16/10/2024

Inhumanidad del Castrismo

Nelva Ortega-Tamayo es una mujer cubana que desde hace meses protesta por la situación inhumana que padece su esposo, el opositor cubano José Daniel Ferrer.

Redacción digital

Madrid - Publicado el

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Nelva Ortega-Tamayo es una mujer cubana que desde hace meses protesta por la situación inhumana que padece su esposo, el opositor cubano José Daniel Ferrer. Hace tres años, el líder de la Unión Patriótica fue detenido y desde entonces su vida languidece en una cárcel castrista. Ferrer está incomunicado y su familia no puede visitarle con la asiduidad debida. Su esposa narra con detalle la tortura a la que les someten cada vez que acuden a la cárcel. Les obligan a esperar, a guardar los debidos turnos y cuando llega la hora, a veces, no les permiten acceder, mientras que en otras ocasiones solo pueden verle un minuto y a lo lejos.

En tres años, Ferrer ha visto 12 veces a sus hijos y 9 veces a su esposa. Súmese a este maltrato psicológico el hecho de que Ferrer, como el resto de los presos vive sin agua potable, padece malnutrición y sufre unas condiciones de higiene inhumanas que le han provocado enfermedades digestivas y dermatológicas.

Ferrer ya conoció la cárcel cuando fue detenido en julio de 2021. Fue parte activa de la Primavera Negra de Cuba en 2003 y pasó 8 largos años en prisión. Le volvieron a detener en 2018 y, de nuevo, en 2019. En las protestas de julio de 2021 Ferrer no se arredró. El régimen cubano le mantiene en la cárcel consciente de que su liderazgo moral es incuestionable y que su capacidad de resistencia supera, con creces, la barbarie castrista. Oswaldo Payá dio la vida por la libertad de los cubanos y Ferrer sufre un castigo injusto y cruel por la misma razón. El mundo libre no puede mantenerse en silencio.

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