La inmigración necesita acuerdos, no demagogia

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La caravana que anhela cruzar la frontera sur de Estados Unidos está en México. Se trata de 7.000 centroamericanos que se suman a los 2.000 que también partieron de Honduras el pasado mes de marzo. Hoy se han convertido en noticia porque están organizados y buscan tener una voz común. Ya no se trata de personas anónimas que desde hace decenios están siendo expulsados por la violencia, sino de un movimiento que ha captado la atención internacional.

La verdad es que la inmensa mayoría de quienes viajaron en marzo se ha quedado en México y lo mismo va a suceder ahora. La diferencia, y esto también es nuevo, es que en esta ocasión la sociedad mexicana y la Iglesia católica han hablado pidiendo acogida, un trato justo y una intervención decidida a favor de quienes emigran para conservar su existencia.

La caravana que partió de San Pedro Sula ha provocado las iras de la Administración Trump, que ha convertido a esta caravana en una especie de desafío para su seguridad nacional y en un argumento electoral ante las próximas Legislativas. Pero el mero cierre solo provoca más ilegalidad y más corrupción en una frontera a través de la que todos los días se comercia ilegalmente con personas y mercancías. La doble vara de medir debería quedar al descubierto, al mismo tiempo que habría que desactivar el uso ideológico y electoral de las migraciones. Nunca como hoy, en materia migratoria urgen acuerdos transversales entre Gobiernos y organismos internacionales para afrontar el fenómeno con humanidad y orden.