Las grandes mentiras del desarme

Este sábado es el día que ETA, con claras pretensiones propagandísticas, quiere convertir en el día de su desarme. El mal llamado desarme de una banda terrorista que ha sido derrotada por el Estado de Derecho se fundamenta en cuatro grandes mentiras.Primera mentira. ETA no entrega las armas, a ETA la han desarmado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Segundo mentira, no hay armas porque los zulos sobre los que se informa contienen, en su mayor parte, arsenales escasos y no operativos. Y porque los actuales líderes de la banda ni siquiera saben dónde se escondieron durante años pistolas y explosivos. Tercera mentira. No hay mediadores, porque los supuestos artesanos de la paz que reciben la información de ETA son gente de su entorno que ni siquiera mantienen contactos fluidos con los jefes. Y cuarta mentira, en realidad la banda terrorista se encuentra en estado de descomposición gracias a los golpes que ha sufrido por parte de la policía, que prácticamente han desmantelado su infraestructura.ETA siempre mintió y ahora quiere construir una última iniquidad que corone las precedentes: un relato que no reconoce la responsabilidad de los que usaron la violencia. En este caso, una vez más, la verdad es fuente de libertad. La verdad sobre lo sucedido en el País Vasco es un bien arduo y habrá que seguir trabajando para que sea reconocida.