La Libertad de Asia Bibi
Madrid - Publicado el - Actualizado
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“Gracias a Dios. Alabado sea el Señor. Estoy libre”. Son las primeras palabras que Asia Bibi pronunció al ser liberada. Tras nueve años de cárcel, acusada de blasfemia en un país en el que la simple denuncia ha servido para mantener encarcelada a una mujer inocente, Asia Bibi ha sido liberada de acuerdo con la sentencia de absolución de la Corte Suprema pakistaní.
Antonio Tajani, Presidente del Parlamento Europeo, y Anne Hidalgo, Alcaldesa de París, son las dos personalidades políticas europeas que mayor apoyo público han mostrado a una mujer cuyo único delito es ser cristiana. Ningún político español ha levantado la voz. Tampoco lo han hecho las grandes organizaciones activistas de derechos humanos.
Muy pocos saben dónde se encuentra Asia Bibi. El lugar debe mantenerse en secreto porque los grupos islamistas amenazan su vida y pretenden impedir su salida del país. El Gobierno de Paquistán se la ha jugado. El abogado de Asia Bibi, se la ha jugado. Y en Paquistán, los cristianos se la juegan todos los días.
La libertad religiosa es un derecho y es un bien. Es importante que las sociedades musulmanas hagan frente al desafío del radicalismo, que por ejemplo, en Pakistán, amenaza la propia pervivencia del Estado. Los cristianos no son un peligro para Pakistán, sino un recurso precioso. Asia Bibi no era un peligro, solo era una mujer inocente que por fin puede ver el cielo en libertad.