El mundo mira a Venezuela

El guion escrito por el régimen indica que el próximo viernes Maduro tomará posesión como presidente de Venezuela, mientras el auténtico presidente electo, Edmundo González, anuncia su intención de hacerse presente para defender la decisión del pueblo venezolano, acreditada por las actas electorales que ha mostrado al mundo. Venezuela vive momentos de máxima tensión ante la movilización organizada por la oposición democrática para la víspera de la toma de posesión presidencial.

El régimen chavista no tiene límites a la hora de aplicar el terror y está intensificando en las últimas horas la represión y el control sobre la población. La detención del yerno de González Urrutia, junto con el acoso que sufre la familia de María Corina Machado, es algo más que un chantaje emocional que señala a quienes son líderes de la libertad. Es una permanente estrategia de amenaza y represión como única manera de mantenerse el poder.

La presión internacional es la única forma de hacer entender a los responsables de esa dictadura que, después de las elecciones del pasado 28 de julio, el régimen de Maduro es inviable, y debe dar paso a un proceso de transición pacífica. La ausencia de protagonismo del Gobierno de España en este camino que el pueblo venezolano ha iniciado hacia la libertad, que se refleja, entre otros datos, en el incomprensible silencio del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, avergüenza a España. Es una indignidad sólo explicable por los múltiples intereses, también económicos, de destacados dirigentes socialistas con el actual régimen venezolano.