El necesario sosiego

Es lógico que en este momento una inmensa mayoría de españoles esté viviendo con ansiedad, tristeza e incredulidad lo sucedido en Cataluña. La obstinación en sacar adelante un proyecto de poder contra la vida de la gente, la falta de respeto a las instituciones democráticas y la voluntad de dividir nos ha hecho asistir a algo que no nunca creíamos que llegaría. El Parlament de Cataluña ha aprobado una declaración de independencia, esta vez sí, explícita. Es una declaración nula pero supone un disparate que va a traer mucho sufrimiento.

Precisamente por eso es más necesario que nunca el sosiego. El Estado ya se ha puesto en marcha para hacer que se vuelva al cauce constitucional. Cuenta con todo el respaldo internacional. El Gobierno, apoyado por una amplia mayoría parlamentaria, va a intervenir el Gobierno de Cataluña. Lo hace después de haber esperado pacientemente un cambio de rumbo. No va a ser fácil ni inmediata la vuelta a la normalidad. Por eso es necesario no dejarse llevar por los sentimientos de desconcierto o de rabia, es el momento de la paciencia. Es el momento de acompañar la iniciativa institucional con la tenaz voluntad de que la convivencia no se vea afectada más de lo que ya lo está. Frente al que quiere dividir, poner fronteras y levantar muros, es el momento de afirmar serenamente el valor de la unidad, el valor de los otros.