Nueva política de seguridad europea

En una Unión Europea en permanente reconfiguración, la cumbre extraordinaria celebrada ayer en Bruselas supone un cambio significativo en cuanto a los motivos que mantienen vivo el proyecto común. Como colofón a la urgente consolidación de una política de defensa común, para la que el presidente Macron ha ofrecido el “paraguas nuclear” francés, los veintisiete han aprobado un Plan de Defensa con dos acuerdos base que marcarán el futuro. Europa incrementará sus inversiones en Defensa, lo que requerirá la flexibilización de las normas fiscales. Además, todos los Estados miembros a excepción de Hungría, apoyan una propuesta de paz para Ucrania con la presencia de este país en las negociaciones, del que debe surgir un claro reconocimiento y garantía de la soberanía ucraniana.

Este cambio en la política de Seguridad y Defensa europea, que incluye la posibilidad de desplegar fuerzas militares bajo bandera europea en Ucrania, le pilla al presidente Sánchez con el paso cambiado y con escasa autoridad moral y política para conseguir el consenso necesario en el Congreso. Sánchez sabe que tiene que acelerar el cumplimiento del objetivo del 2% en gasto de Defensa, una inversión difícil de aceptar por parte de sus socios principales, Podemos, Bildu y ERC. Así que tendrá que recurrir al apoyo del PP cuando lleva quince meses sin reunirse con Núñez Feijóo, que tendrá todo el derecho a poner sobre la mesa sus condiciones.