Pedro Antonio Sánchez, una dimisión anunciada

Pedro Antonio Sánchez ha dejado de ser presidente de Murcia. En los próximos días habrá una nueva investidura, en la que el actual coordinador general del PP murciano, Fernando López Miras, se convertirá en el nuevo presidente de la Región. La de Sánchez ha sido la tortuosa crónica de una dimisión anunciada por él mismo. Sánchez debería haber cumplido su palabra y dejar el cargo cuando fue imputado, aun entendiendo la prudencia por los antecedentes, ya que ha sido investigado en 16 ocasiones y en ninguna de ellas las investigaciones prosperaron.

El PP se habría evitado el esperpento de los últimos días, incluida la puntilla del juez Velasco, añadiendo una nueva investigación por el caso Púnica a la del conocido como caso Auditorio. Para lo que sí que ha servido el sainete ha sido para retratar a unos y otros. Ciudadanos ha tratado de mantener un complicado equilibrio, exprimiendo la baza del pacto anticorrupción y aprovechando el contexto de la aprobación de los Presupuestos a nivel nacional para hacerse fuerte en la presión. El Partido Socialista, una vez más de la mano de Podemos, no ha escondido que su objetivo principal era ocupar el sillón, aunque para eso tuviera que sostenerse en una inverosímil coalición de fuerzas dispares. Veremos en qué queda al final todo el proceso judicial abierto. Lo cierto es que la llamada pena del telediario ya ha sido impuesta, y lamentablemente, la imagen de la clase política vuelve a salir mal parada de un espectáculo que con un poco de prudencia y de paciencia, nos podríamos haber ahorrado.