J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Podemos socava la credibilidad de las instituciones

La Constitución incorporó al ordenamiento jurídico español la llamada «moción de censura constructiva», siguiendo el modelo alemán. El objetivo es prevenir la inestabilidad política, obligando a quien quiera derribar un gobierno a proponer una alternativa viable, y así poner freno a comportamientos demagógicos e irresponsables. Que la decisión del constituyente fue acertada lo confirma el espectáculo que ayer dio Podemos en la Asamblea de Madrid a modo de ensayo general de la moción de censura contra Mariano Rajoy del 13 de junio. La discusión bronca y la falta de respeto de algunas intervenciones solo sirvió para degradar aún más el debate político en España, en línea con la retahíla de exabruptos protagonizados por Podemos en su hasta ahora corto historial parlamentario. Resulta contradictorio enfundarse en la bandera de la lucha contra la corrupción incurriendo en comportamientos que debilitan tanto o más la credibilidad de las instituciones políticas. Al presentarse a las elecciones, Podemos aceptó someterse a unas reglas y defender sus propuestas en igualdad de condiciones que el resto de partidos pero, sin renunciar a los escaños, ha mantenido en paralelo una estrategia de oposición extraparlamentaria, a veces trasladando esas formas de agitación callejera al propio parlamento. Ejemplos no muy distintos, es cierto, los ha podido haber también en otros partidos, pero no tantos en tan poco tiempo.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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