Línea Editorial

Portugal dice no a la eutanasia

La negativa del parlamento portugués a despenalizar la eutanasia supone un dique a una legislación que se va imponiendo por toda Europa

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José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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La negativa del parlamento portugués a despenalizar la eutanasia supone un dique a una legislación que se va imponiendo por toda Europa. El proyecto presentado por los socialistas y sus socios del bloque de gobierno, tenía la pretensión de introducir en la sociedad portuguesa un cambio respecto a su concepción de la vida desde el instante inicial hasta su muerte natural. Pero la aritmética parlamentaria ha fallado desde el momento en que las principales formaciones políticas dieron a los diputados la oportunidad de votar en conciencia. Algo que ocurrió con la abstención de varios socialistas y el voto en contra de la mayoría de los socialdemócratas. También hay que destacar la negativa en bloque de los comunistas, que apostaron por que el Estado dedicara más recursos a los cuidados paliativos.

La decisión de los diputados portugueses responde a una reacción social ante un proyecto de despenalización de la eutanasia que choca frontalmente con los valores morales todavía compartidos en la sociedad portuguesa. En esa reacción han estado especialmente implicadas las confesiones religiosas, con un protagonismo destacado de las intervenciones de los obispos portugueses, que han calificado el resultado como una victoria de la vida y de la democracia. Ahora es necesario, como ha dicho el Cardenal Patriarca de Lisboa, “construir una sociedad solidaria y paliativa en la que todos se sientan protegidos”.