La prioridad son las víctimas

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Tras la conclusión de la Asamblea Plenaria de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, que terminó ayer domingo en Roma, su presidente, el Cardenal Sean O’Malley, ha subrayado la necesidad de que la voz de las víctimas llegue a todos los vértices de la Iglesia, para hacer entender a todos la importancia de dar respuestas de manera rápida y correcta a cada situación de abuso, en cualquier momento que se manifieste. Se trata de una labor decisiva, porque si la Iglesia no hiciera de este asunto una prioridad, todas sus actividades de evangelización, obras de caridad y de educación, se verán afectadas.

La labor de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores se centra en proteger y prevenir, llevando a cabo programas concretos de educación y capacitación para que obispos, sacerdotes y religiosos sean conscientes de la gravedad del asunto y tengan las herramientas adecuadas para responder, de forma que pongan como prioridad la protección de los menores y el cuidado pastoral de las víctimas. La Comisión está siendo incansable en llevar el mensaje de protección a todo el mundo, y está trabajando en la elaboración de unas líneas guía que faciliten la tarea, de manera que, como afirma el Cardenal O’Malley, estas historias terribles no se repitan y se haga de la Iglesia el lugar más seguro para niños y adultos vulnerables.