El PSOE segoviano contra la libertad religiosa

El Partido Socialista de Segovia ha pretendido crear una polémica estéril sobre la negación de recibir la comunión a una persona homosexual por parte de un sacerdote de la diócesis. La denuncia pública que arremete contra la Iglesia se basa en un juicio difamatorio al pedirle al obispo que acabe con la discriminación por orientación sexual en la diócesis segoviana.

Como ha explicado la propia diócesis en un preciso comunicado, el sacerdote, en cumplimiento de su ministerio y siguiendo la normativa de la Iglesia universal, se vio obligado a negar la Sagrada Comunión a personas del mismo sexo que conviven según el modo matrimonial, algo que puede ocurrir también entre personas heterosexuales sin vínculo matrimonial. Esto no es homofobia ni discriminación, dado que no se niega la comunión por la condición homosexual sino por defender el carácter sagrado de la Eucaristía. Como el propio Papa Francisco afirma en la carta Fiducia Suplicans, la bendición a parejas homosexuales debe evitarse si causa formas graves de escándalo entre los fieles. Cuánto más si se trata de la comunión sacramental.

Haría bien el PSOE segoviano en retractarse de la difamación, en ocuparse del bien común de los ciudadanos, en dejar de realizar intolerables injerencias en los asuntos propios de la Iglesia y en dejar de tratar de sacar rédito político atacando la libertad religiosa, consagrada en la Constitución.