Puigdemont internacionaliza la mentira

El ex Presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, se ha presentado hoy en Bruselas con la intención de internacionalizar su causa. Repitiendo las mismas falsedades que ha ido sembrando durante el llamado “Procés”, se ha llegado a presentar como la encarnación de los valores fundantes del viejo continente. En un escenario nuevo, el ex Presidente ha calcado los viejos vicios del manual populista para concebir al otro como enemigo, en este caso el Estado español, estigmatizado como violento, represivo y agresivo; ha tirado del consabido victimismo para decir que la aplicación del artículo 155 les ha obligado a desplazarse a Bruselas, y ha pretendido representar al pueblo de Cataluña, ignorando una vez más a la mayoría no secesionista.

El delirio fantasioso ha sido tal, que ha vuelto a repetir la falsedad demostrada de los centenares de heridos el pasado 1 de octubre y ha echado mano de la política ficción para presentarse como el salvador generoso de la población, al asegurar que de haberse quedado en Cataluña, el Estado hubiera intervenido con la violencia que le achaca. Resulta complicado mentir más en menos tiempo. A pesar de su actitud patética al implorar otra vez ayuda a Europa, es imposible que nadie con un mínimo juicio crítico le tome en serio.

La realidad en Cataluña mira ya hacia otro escenario, a las elecciones autonómicas del 21-D garantizadas por el orden constitucional, y en las que los propios partidos secesionistas han anunciado que participarán.