Cómo responder a la nueva ola yihadista en Europa
"A primera vista, su peligrosidad es menor que las anteriores, pero el ascenso de las ideologías nacionalistas magnifica el efecto propagandístico de los atentados"
Madrid - Publicado el
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Alemania ha sufrido un nuevo atentado. Tres atropellos en tres meses, más los ataques en Austria, Bélgica y Francia, o el atropello de Año Nuevo en Nueva Orleans. El estupor ayer en Mannheim aumentó al divulgarse que el autor era un varón de 40 años de la misma zona de Alemania. Si se recuerda, a finales de 2024, otro atentado en Magdeburgo demostró que cualquier generalización a partir de un caso aislado puede ser problemática. En aquel caso se trataba de un médico de origen saudí, apóstata del islam y simpatizante de la extrema derecha. El suceso, eso sí, se producía en un ambiente de polarización, en el contexto de lo que algunos expertos llaman nueva ola de terrorismo yihadista en Europa, la tercera en lo que va de siglo. Cada ola presenta características propias. Un patrón de esta última es la radicalización en las redes sociales. A primera vista, su peligrosidad es menor que las anteriores, pero el ascenso de las ideologías nacionalistas magnifica el efecto propagandístico de los atentados.
La recomendación de los expertos es clara: reaccionar con la cabeza fría. Esto, claro está, es más fácil escribirlo desde la universidad que aplicarlo desde un gobierno. El de Scholz, en Alemania, ofrece un amplio catálogo de malas prácticas, mientras la entonces oposición democristiana dejaba igualmente a un lado su sentido de Estado por miedo a que la ultraderecha capitalizara el miedo. Esto es, en esencia, el terrorismo: un enemigo débil cuya única fortaleza consiste en saber manipular nuestros miedos.