J.L Restán | Línea Editorial

Serenidad y templanza

Hasta el último minuto Puigdemont podría haber evitado lo peor. Y sin embargo ha decidido ir más allá de los límites, declararse en rebelión y prolongar la incertidumbre.

00:00

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

La decisión del Presidente Puigdemont de no convocar elecciones trasladó ayer al Parlamento de Catalunya la aprobación de una Declaración Unilateral de Independencia que este mediodía ha recibido en votación secreta 70 votos a favor, 10 en contra y 2 abstenciones, en ausencia de los diputados del Ciudadanos, PP y PSC. Mientras esto sucedía, el Pleno del Senado debatía las últimas enmiendas a la aplicación del artículo 155 de la CE. Hasta el último minuto Puigdemont podría haber evitado lo peor. Y sin embargo ha decidido ir más allá de los límites, declararse en rebelión y prolongar la incertidumbre.

El Estado de Derecho, edificado sobre el principio de legalidad y sostenido por un sistema de contrapesos institucionales, avanzará hacia la normalización de la situación política. Sin embargo, nadie debe llevarse a engaño: la aplicación del 155 no será sencilla; ni por razones técnicas, ni por razones políticas.

La falta de entusiasmo que hoy mostraban los rostros del Govern de la Generalitat no debe confundirse con la aceptación de la derrota. A partir de ahora habrá que avanzar con serenidad y templanza, pero sin ceder un milímetro al chantaje o a la coacción. El Gobierno deberá comportarse del modo más transparente posible y las fuerzas políticas que han avalado la aplicación del 155 deberán cultivar la lealtad institucional. España no solo se juega el presente, sino más aún, su inmediato futuro.

Programas

Último boletín

12:00H | 23 NOV 2024 | BOLETÍN