El sur hace Europa

La cumbre del Pardo, que reunió ayer a los líderes de los siete países del sur de Europa, consolida un grupo que puede jugar un importante papel en la construcción de la Unión. Alguno de los miembros del grupo pertenecen a la Unión Europea desde su fundación y otros se incorporaron en la ampliación de los años 80. Salvo Grecia, que durante algunos años ha estado algo inclinada al populismo, los demás han sido socios leales y convencidos impulsores de la construcción europea. El Brexit, y la posibilidad de una Europa a dos velocidades, les dan nuevo protagonismo. A diferencia de lo que sucede con los países del este, los países del sur están agradecidos al impulso democrático, la cohesión social y la modernización que ha traído la Unión Europea. El sur no es esa parte de la Unión que se dedica, como dicen algunos, a gastarse el dinero de forma irresponsable. El sur es la Europa en la que han invertido e invierte el norte. Grecia y Portugal cometieron errores y los han pagado con severos planes de ajuste. España lidera el crecimiento. Ahora son Grecia e Italia los dos países que soportan más la presión migratoria y de refugiados. Todos apoyarán una Europa más federal, con una política económica común. Todos son conscientes, no como otros socios, de que contar más Europa es conveniente.