Teresa Ribera, vicepresidenta y comisaria europea

Pedro Sánchez ha conseguido, gracias al juego de equilibrios entre socialistas y conservadores en la Unión Europea, que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, haya sido nombrada vicepresidenta de Competencia y Transición Verde en la nueva Comisión. Esta incorporación de la ministra se hace a un equipo de Úrsula Von der Leyen de mayoría popular en el que hay incluso un representante del partido de la italiana Giorgia Meloni. Es indudable que la nueva comisaria europea considera esta designación como un éxito personal y de su partido, en una cartera en la que se han tomado una serie de medidas discutidas por diversos Estados miembros de la Unión.

No es verdad, como dijo la portavoz del Gobierno, que este nombramiento sea el de mayor influencia de España en el seno de la Unión Europea. El socialista Josep Borrel, en su calidad de vicepresidente y responsable de la política exterior, ha ocupado un puesto más relevante que esta nueva designación. Habrá que esperar a que Ribera pase por la Comisión de Asuntos Jurídicos del parlamento europeo para que se certifiquen sus cualidades

Ribera llega a una Comisión cuyo proyecto se centra en el crecimiento y en la productividad, y menos en respuestas ideológicas de difícil consenso. Lo que está claro es que la nueva comisaria española deberá dejar a un lado su esquematismo ideológico en materia de ecología. Ese esquematismo cuyas medidas han cosechado, por ejemplo, el rechazo contundente del sector agrario europeo.