Valor para erradicar la violencia de la faz de la Tierra

En el tradicional mensaje de Pascua, el Papa Francisco ha insistido este año en la necesidad de que se construyan puentes entre las naciones y se pongan los medios necesarios para que se erradique de la faz de la tierra todo signo de violencia e injusticia. El Papa ha tenido palabras particularmente emotivas para Siria, víctima de una guerra que no cesa de sembrar horror y muerte. Y así, en un recorrido por la geografía del dolor, ha ido recordando y pidiendo la paz para lugares como Oriente Medio, especialmente para Tierra Santa, Irak y Yemen; para los pueblos de Sudán del Sur, de Somalia y de la República Democrática del Congo, que padecen conflictos sin fin, agravados por la terrible carestía que está castigando algunas regiones de África; o para aquellos lugares de América Latina tantas veces marcados por tensiones políticas y sociales. que en algunos casos son sofocadas con la violencia. Tampoco se ha olvidado de nuestra vieja Europa, especialmente de aquellos que atraviesan momentos de dificultad y desesperanza, como por ejemplo los que sufren por la falta de trabajo y ha tenido un recuerdo muy especial para quienes se ven obligados a dejar la propia tierra a causa de los conflictos armados, de los ataques terroristas, de las carestías y de los regímenes opresivos. Compartimos un camino común. No es cosa de otros que a nosotros no nos incumba. Cada uno, en la medida de nuestras posibilidades, debemos arrimar el hombro para paliar su situación y ser testigos del Señor Resucitado entre ellos, urgiendo también a los representantes de las Naciones a que pongan todos los medios que estén en sus manos para acabar de una vez por todas con los conflictos.