Ábalos retrata al PSOE

En su intento de ser investido, Pedro Sánchez ha traspasado tantas líneas rojas que, en pleno chantaje independentista, ya no cabe sino seguir, aunque cada paso hacia adelante suponga un paso más hacia el precipicio. Las exigencias de una amnistía total, o como dicen los satélites mediáticos del Gobierno, de una “ampliación del perímetro de la amnistía”, para que suene mejor, sitúan al PSOE ante la tesitura de tener que blanquear aquello que ayer rechazaban. El exministro Ábalos es un buen ejemplo y un retrato preciso del PSOE actual. Ha salido a la palestra, contra todo y contra todos, jueces incluidos, para decir que los miembros de Tsunami Democrátic y de los CDR son demócratas que ejercían en las calles su derecho a expresarse libremente, al tiempo que llama vándalos a los que se vienen reuniendo estas últimas noches a las puertas de Ferraz para protestar contra la futura ley de amnistía.

En aquellos tristes días de octubre de 2017, el PSOE estuvo al lado del PP para defender la Constitución, apoyó la aplicación del artículo 155 y estuvo en las manifestaciones contra el Procés, mientras situaba a Puigdemont en la extrema derecha xenófoba. La amnesia de Ábalos parece total, pero llega al delirio cuando considera la violencia callejera que incendió las calles de Barcelona como expresión de la soberanía democrática, mientras demoniza a quienes se atreven a protestar por sus cesiones de hoy al independentismo. Defender a los violentos y atacar a los que defienden la Constitución es síntoma de una profunda crisis moral, antes que política.