Arnaldo Otegui, cuestión política y moral

Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu y ex miembro de ETA, se ha convertido en un interlocutor clave de la política española por la necesidad de Pedro Sánchez de contar con los votos de Bildu para alcanzar la investidura. Su participación, primero en ETA política-militar, y desde 1984 en ETA militar, han condicionado su trayectoria personal. Condenado por pertenencia a una banda armada de la que fue dirigente en los primeros ochenta, y en la que todo apunta que decidió asesinatos y secuestros, es ahora un socio preferente de Sánchez, como quedó claro en el encuentro del candidato socialista con la dirigente abertzale Mertxe Aizpurúa. Bildu es la única formación política que ha mostrado su apoyo sin condiciones a Pedro Sánchez. Por otra parte, diversas encuestas señalan que Otegui es un serio candidato para presidir el futuro Gobierno Vasco, por encima de un PNV que incomprensiblemente va de la mano de Bildu en el apoyo a Sánchez.

Aún quedan 379 asesinatos de ETA por resolver. La dignidad de las instituciones democráticas exige que se sepa la verdad. Convendría que Otegui diera muestras de público arrepentimiento de su pasado contribuyendo a esclarecer esos crímenes, de los que no estuvo al margen. Otegui tiene la oportunidad de pedir perdón y acreditar su servicio político desde la verdad de lo que hizo, como exigencia primera de la justicia para con las víctimas. El blanqueamiento político de Bildu que lleva a cabo Sánchez como pago por su apoyo a la investidura es algo más que un error político, es una terrible falla moral.