Barcelona, ciudad insegura

El problema de la inseguridad ciudadana en Barcelona se ha agravado en las últimas semanas hasta el punto de que la Embajada de Estados Unidos acaba de emitir un comunicado alertando del incremento de robos y delitos violentos en esa ciudad. Mientras el paralizado Gobierno de la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de la Ciudad Condal hacen todo lo posible para restarle importancia al problema, los datos de un incremento del 30 % de los robos, ocho homicidios en julio y agosto y más de un centenar de incidentes con arma blanca están sobre la mesa. En esta radiografía hay que destacar la grave situación de los menores inmigrantes no acompañados, que también son víctimas de un sistema incapaz de acogerles.

No hay que olvidar que 30 millones de turistas visitan cada año Barcelona. El impacto económico del turismo alcanza el 12 por ciento del PIB de Cataluña, por tanto es un sector clave para el desarrollo de su economía. Un turismo que es especialmente sensible a lo relacionado con el bienestar, la tranquilidad y la seguridad. A la incapacidad de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de ofrecer un plan de choque contra el problema de la inseguridad ciudadana, se une la falta de recursos de la policía autonómica que sufre las consecuencias de un gobierno al que solo parece importarle el proceso de independencia y que está inmerso en una crisis económica que tiene paralizados servicios esenciales.