El Bicentenario de Bolsonaro

“Independencia o Muerte” fue el grito con el que el regente de Portugal abrió la puerta a la independencia de Brasil hace doscientos años. Este país, el más poblado y extenso de toda América Latina, es un país culturalmente diverso, rico en biodiversidad, con grandes y modernas urbes que se complementan con territorios que conservan las tradiciones y los modos de vida de los pueblos originarios. Brasil posee una riqueza natural, cultural y humana desbordante que, en otro contexto, le convertiría en el peso pesado de los países latinoamericanos. El bicentenario podría haber sido una buena ocasión para caminar hacia este objetivo. Sin embargo, el presidente se ha mostrado más interesado en su propia campaña electoral.

Bolsonaro busca la reelección frente a Lula da Silva y no ha dudado en atacar a su contrincante, al que se ha referido como “un mal que duró 14 años en nuestro país y que ahora quiere volver a la escena del crimen". Los partidarios de Bolsonaro le han aclamado, Lula y el Partido de los Trabajadores le han criticado duramente y los presidentes del Congreso y del Senado, así como de la Corte Suprema se han ausentado de las celebraciones como muestra de rechazo contra su instrumentalización partidista.

Ante las próximas elecciones, dramáticas, Bolsonaro ha aprovechado el Bicentenario para seguir calentando el ambiente. Si pierde, no reconocerá los resultados porque en su apuesta política, ha dicho, solo caben la prisión, el asesinato o la victoria. Amarga celebración.