Un largo camino por delante en Valencia
Desde el primer momento, el aluvión de mensajes de cercanía ha tratado de hacer llegar a la población el mensaje de que no está sola
Madrid - Publicado el
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Cinco días después de la DANA que ha asolado la Comunidad Valenciana falta mucho todavía para atisbar algo parecido a la normalidad. Por faltar, quedan incluso personas desaparecidas y la urgencia de resolver necesidades inmediatas no facilita las condiciones adecuadas para el duelo. Desde el primer momento, el aluvión de mensajes de cercanía ha tratado de hacer llegar a la población el mensaje de que no está sola. Entre los mensajes llegaba un vídeo del Papa, visiblemente conmocionado por la información que dramáticamente se iba actualizando en esas primeras horas.
También se improvisaban unas primeras líneas de ayuda, como la campaña puesta en marcha por Cáritas, Cruz Roja e Inditex, mientras los servicios de emergencia y las fuerzas de seguridad se afanaban para abrirse paso hasta multitud de rincones todavía aislados por el agua y los escombros. No es posible dar por concluida esa primera fase de respuesta, pero es urgente pensar a la vez en respuestas a medio y largo plazo. El gobierno de la Comunidad Valenciana y el gobierno de la nación anuncian los primeros planes de ayuda, esfuerzos que deberán ser sostenidos para evitar que, cuando el interés mediático empiece a decaer, se corte el grifo de la ayuda. Sobran, por desgracia, los referentes. En La Palma, tres años después de la erupción del volcán, quedan personas viviendo en módulos provisionales, pendientes de recuperar la anhelada normalidad. Son precedentes que no hay que perder de vista, porque, por desgracia, una de las pocas certezas hoy es que los afectados por la DANA tienen ante sí un camino muy largo por delante.