No se debe pisotear el derecho internacional
"Israel ha vuelto a atacar en el Líbano posiciones de la ONU. Lo ha hecho de una manera que admite pocas dudas sobre su intencionalidad"
Madrid - Publicado el
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Israel ha vuelto a atacar en el Líbano posiciones de la ONU. Lo ha hecho de una manera que admite pocas dudas sobre su intencionalidad. Varios países europeos, entre ellos España, han elevado las consabidas protestas, seguramente con plena consciencia de que estos actos quedarán impunes. Como impunes han quedado las muertes de 220 empleados de la ONU en Gaza o los ataques contra hospitales, escuelas o campos de refugiados, que han provocado la fuga en masa de personal humanitario. La realidad es que Estados Unidos sigue utilizando su derecho al veto en Naciones Unidas para proteger a su aliado, por lo que Benjamín Netanyahu carece de alicientes para detener el hostigamiento a testigos incómodos.
Su argumento es que los terroristas utilizan estos lugares como refugio. Puede que así haya ocurrido en algún caso, pero ni siquiera esto legitimaría las acciones del ejército de Israel, obligado como cualquier Estado a respetar el derecho internacional. Cada vez que este derecho internacional es pisoteado no solo sufre la población del Líbano o de Palestina. Nadie mejor que Israel conoce los sufrimientos que ha atravesado la humanidad hasta que los representantes de los países de la tierra se avinieron a proclamar que no todo vale, ni siquiera en la guerra. El sistema internacional surgido de la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración de los Derechos Humanos es imperfecto, pero no hay alternativa mejor. Esos cimientos hoy, por desgracia, están cerca de convertirse en escombros.