Madrid - Publicado el - Actualizado
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A pesar de que tanto el alcalde de Granada como la Concejala de Urbanismo han presentado su dimisión, Ciudadanos ha decidido romper con el Partido Popular, la fuerza más votada en la ciudad, y apoyar una moción de censura de la mano del PSOE, que cuenta con el apoyo de Izquierda Unida y de Vamos Granada, la marca blanca de Podemos en la capital andaluza. Las declaraciones del partido de Albert Rivera sobre la necesidad de una regeneración profunda en la vida política serían creíbles si no cambiara de criterio, dependiendo del color de las siglas del partido que se encuentre implicado en un presunto caso de corrupción.Ciudadanos no ha mantenido el mismo celo a la hora de sostener al Gobierno socialista de la Junta de Andalucía, implicado desde lo más profundo de su estructura en el conocido caso de los ERE. Y hemos visto en estos días cómo Ciudadanos tampoco ha mantenido la misma firmeza al conocerse que el Tribunal Superior de Justicia Andaluz investiga al consejero de Susana Díaz, Ramírez de Arellano, por prevaricación, tras la denuncia presentada por la Fiscalía contra él por una posible adjudicación arbitraria en su etapa de vicerrector de infraestructura de la Universidad de Sevilla.Ciudadanos debería mirarse hacia adentro, porque a veces al calor del eslogan de la nueva política se esconden viejos vicios, como aplicar ante casos similares una doble vara, según quién sea el partido que tengamos que medir.